En algún momento la calesita se detendrá,

así que antes de elegir como actuar
piensa que es preferible que cuando deje de girar
te encuentre parado, con los brazos cansados por pelear, y no sentado cómodo mirando las cosas pasar.















Había un loco en una calesita,
casi desnudo y con la vista enferma
y daba vueltas y se sonreía
y silbaba bajo por no molestar
y Dios es una máquina de humo.










No hay comentarios:

Publicar un comentario